Historias de Despertar VortexHealing®

Asistir a la clase reciente de Despertando el Cuerpo Mente es de todas las clases el cambio más profundo para mí. Me siento alegre y vivo y amo a diario desde que tomé la clase. Las palabras se sienten inadecuadas para describir los cambios. Sincera gratitud.

Perder el Velo Central fue como quitarme una prenda muy pequeña, muy apretada. Al volver a casa, siempre me sentía más cerca de los árboles; los veía más verdes, y brillantes. Más tarde el ‘Yo’ era sólo un eco vacío en la cabeza, no en el corazón. La ‘película de la vida’ se vuelve más fácil.

Quiero decir que la clase de Corporización de 7 días es ahora una de mis favoritas. Pienso que la mejor forma de describir lo que hizo por mi es que cambió fundamentalmente mi experiencia de mí mismo de ser una persona experimentando el Despertar, a que el Despertar experimente a la persona. Es una gran diferencia! Además, mi visión psíquica es mucho, mucho mejor, siento que tengo una relación amigable, positiva con todo el universo, y realmente disfruto tener un lugar donde ir y descansar - vacío tranquilo - en cualquier momento en que lo necesite.

Después de Despertar a 0-ser [un cierto nivel de despertar], mi sistema nervioso estuvo en shock por un tiempo y había perdido el sentido de la navegación que dependía de uno mismo y de otros. Era como si ya no pudiera controlar nada y por meses mi visión haría todo lo posible para controlar lo que veía como otro y no podía. Fue bastante inquietante y continuó por meses hasta que se se estableció, y como si el que buscaba al otro finalmente se quedó sin fuerza. Y luego se relajó en lo que es.

Para mi, un miedo absolutamente loco salió a la superficie. Mi mente se estaba volviendo loca tratando de encontrar ese sentido familiar del ‘yo’ en mi sistema. Toda mi vida estuve tan profundamente en supervivencia que me hice creer a mí mismo que no había energía de supervivencia en mi vida. Siempre fui increíblemente valiente, y necesitaba lograr tanto que el miedo no era una opción, entonces me hice creer a mí mismo que no había miedo. Jaja…. y tuve una gran sorpresa...